domingo, enero 31, 2016

¡¡¡El Manzano!!!

¡¡¡El Manzano!!!

Hoy simbólicamente estoy con Manolo Galván, recuerdo su paso por la Quinta Vergara y una de sus mejores canciones vienen a mi mente y hoy recuerdo que estaba ahí, lo vi, vi y observe su sombra y actuaba como filtro de los rayos solares, cobijaba nidos y pájaros que daban vida al entorno y daba una brisa refrescante a las altas temperaturas, vi sus frutos, muchos de ellos caídos y todavía están en el jardín, producto del viento, miro y observo fue arrancado de raíz, nada queda de él, el talador con sierra eléctrica en mano lo hizo suyo, sin ninguna resistencia lo abatió, cortando trozo por trozo, rama por rama, de un árbol frondoso nada quedo, nada quedo.

Manolo Galván, está presente, lo veo en cada hoja, en cada rama, en sus troncos con su melodía, su música, su letra se hace presente, pero el motor de la sierra eléctrica se impone, Manolo enrabiado, trata de imponerse, pero ese motor puede más y Manolo se toma una y otra vez la cabeza, se rasca su barba y no puede creer y aceptar lo que ve, dice una y otra vez un árbol con más de treinta años no puede sucumbir, el árbol es vida, por más que se justifique que ese lugar dará vida a una vivienda.

Hoy Manolo está triste, lejos de su patria y de su patria adoptiva, mira y observa y nuevamente, canta su melodía sin descanso, una y otra vez “Pregúntale al manzano si yo te quise. Pregúntale a sus ramas como soy. Respira aquel perfume bajo su sombra y si el recuerdo no me nombra entonces si, tendrás razón.

Hoy ese manzano ya no puede ser testigo de Manolo Galván ante su amada, el árbol ya no está, sus ramas, sus troncos otros destinos tomaran, una tragedia ha quedado en el entorno y las consecuencias las veremos en aquellos que se criaron, respiraron, jugaron, compartieron y se declararon amor junto y bajo el manzano, quienes buscaron y reflexionaron junto y bajo su sombra y quienes diariamente veían y observaban el manzano, veían al gran Manolo Galván cantando con fuerza y vigor su amor a su amada y colocaba como testigo aquel árbol que tenía vida y contenía sus secretos de un amor quizás incomprendido.

Pienso, medito y observo el jardín, el pasto con manzanas aún está, luego desaparecerán al igual que las hojas, las ramas y los troncos que ya no estarán y Manolo Galván cantará una y otra vez una canción a un manzano que ya no está, pero simbólicamente siempre estará en aquel lugar. “Pregúntale al manzano si yo te quise. Pregúntale a sus ramas como soy. Respira aquel perfume bajo su sombra y si el recuerdo no me nombra entonces si, tendrás razón.

miércoles, enero 27, 2016

¡¡¡Nació Mozart!!!

RECUERDO

¡¡¡Nació Mozart!!!

En el mundo, especialmente en Viena y Salzburgo, se recuerda el nacimiento de Wolfgang Amadeus Mozart, ocurrido el 27 de enero de 1756 y de su muerte el 5 de diciembre de 1791.

Historiadores e investigadores se han dedicado a estudiar el nacimiento, vida, muerte y trascendencia de Mozart. Muchos no son coincidentes en sus estudios, lo que demuestra que falta por investigar.

Desde los 4 años junto a su hermana Nannerl de 9 años, son dirigidos, guiados e inducidos por su padre, dándose a conocer Mozart al mundo musical como concertista en piano y violín, comenzando a la vez su actividad compositiva.

La prensa publicaba el 30 de agosto de 1762, teniendo Wolfgang tan sólo 6 años y su hermana Nannerl 11 años de edad: “La gran admiración que despierta en todos los oyentes la habilidad, nunca vista ni oída hasta ahora, en un grado de perfección semejante, de los dos hijos del Sr. Leopoldo Mozart, director de la orquesta del príncipe de Salzburgo”.

Giras por países europeos, actuando los dos hermanos Mozart, dirigidos por su padre y la compañía inseparable de su madre. Se acoge efusivamente a los niños, acababa de descubrirse a los niños prodigios, todos quieren tocarlos y abrazarlos.

Giras espantosas; la familia entera sufría de calambres, náuseas, dolores de cabeza, fiebre. La vida de los pequeños en el carruaje era un tormento (“el trasero rojo, como un tomate”, escribió el mismo...).

Para soportar los baches de la carretera, descansaba el peso de su cuerpo en sus manos. Sobre la diligencia, más insufrible todavía, escribió: “...pero tendré por norma marchar a pie...”.

Desde Italia escribe de lluvias, fríos, repugnantes posadas y “nada que comer a excepción, por suerte, de unos huevos y brécol”. Sobre un viaje a Munich dice: “ninguno de nosotros pudo dormir en toda la noche”.

Su padre Leopoldo Mozart, de familia de burgueses de Augsburgo, (Alemania) habría estudiado filosofía y jurisprudencia, pero la música fue la pasión de su vida. Este habría tenido una gran influencia en la vida y accionar de Mozart; la imagen del padre lo habría atormentado durante toda su vida.

El 3 de julio de 1778 su madre, la eterna compañera, enferma y muere en Francia. Wolfgang se siente culpable y su estado de ánimo lo deja reflejado en sonatas para violín y piano.

Hoy han pasado 225 años, desde que Mozart recorre lugares desconocidos para todos nosotros y la vibración inmensa y majestuosa del genio está presente en todo el Universo, Juan Crisóstomo Wolfgang Amadeo Mozart, está tocando.

Silencio, estimados señores.

B I E N V E N I D O S

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